El libro. La obra de Rosa Lentini es un ejemplo tangible de la conciencia que un autor puede llegar a desarrollar de su oficio, mediante un trabajo lúcido de reescritura, tanto del propio texto como de los textos leídos. Muestra de ello es su dedicación a la traducción de poesía, de la que ha dado muestras excelentes, entre las que cabe destacar sus traducciones de Pierre Reverdy, Eugen Dorcescu, Joan Perucho, Rosa Leveroni, y publicaciones como Siete poetas norteamericanas actuales (con Susan Schreibman), El ladrón de Talan, de Pierre Reverdy, Poesía reunida, de Djuna Barnes (con Osías Stutman) y, en colaboración con Ricardo Cano Gaviria, Satán dice, de Sharon Olds y Últimos días, de Giuseppe Ungaretti.
En este «volver a escribir» que es la traducción, la autora no sólo explora su razón de ser, a través de un diálogo constante establecido entre el sujeto de la escritura (el doble) y el sujeto de lo cotidiano, sino que logra establecer un «segundo paisaje», una segunda lengua: su propia voz poética. En cuanto a su labor editorial, vale la pena recordar que ha sido responsable de la antologías de Carlos Edmundo de Ory, Javier Lentini, así como del número monográfico 25 años de poesía en lengua española de la revista Ficciones (junto a Concha García) y Mil años de poesía europea (2009, Francisco Rico).
Poesía reunida recoge la totalidad de la obra publicada por Rosa Lentini hasta la fecha, con dos particularidades que lo hacen único. Por una parte, la autora propone una ordenación cronológica inversa, reagrupando sus libros a partir del último volumen publicado (Tuvimos) como propuesta de lectura unitaria, aunque ideada como una obra abierta. Por otra, la autora ha sometido toda su obra a un profundo trabajo de revisión y, en muchos casos, de reescritura, en una tentativa de dar cuerpo a una «poética relativa, no totalizante», como afirma el poeta uruguayo Eduardo Milán en el prólogo. Una tentativa que pareciera recordarnos «el proyecto total» de Juan Ramón Jiménez que, hacia 1952-1954, organizó y unificó su obra, «un mar en movimiento», bajo el título significativo de Metamórfosis.
De ahí la importancia de resaltar que la propuesta de la poeta barcelonesa agrupa su obra en marcha bajo tres posibles títulos: Hablando de objetos rotos, El fin y el origen y Linaje río abajo, porque, como bien afirma Milán, «tres títulos para una sola reunión indican una cierta inclinación a la tentativa. Nada tiene un solo nombre −no hay certeza en la memoria−».
La autora. Rosa Lentini (Barcelona, 1957) ha desarrollado su obra poética, a la par de su oficio en el mundo de la edición, en revistas tan emblemáticas como Asimetría (1986-1988) y Hora de Poesía (1979-1995), así como en Ediciones Igitur. Su obra poética incluye los títulos de poesía La noche es una voz soñada (1994), Cuaderno de Egipto (2000), Intermedio (2001), El sur hacia mí (2001), Las cuatro rosas (2002), Leggendo Alejandra Pizarnik (Italia, 2002), El veneno y la piedra (2005), Transparencias (2006), Tsunami si alte poeme, antologia poetica (Rumanía, 2011) y Tuvimos (2013).
«La poesía de Rosa Lentini es esencial y dolorosamente somática y lo es intensamente en Tuvimos. [...] Ningún poema como ‘‘Lluvia’’ resume el espíritu total de una poesía hecha de amor, de pérdida, olvido, violencia sexual y muerte: ‘‘Trago corazones y hago el recuento de mis muertos.»
Juan Antonio Masoliver
Tsunami (I)
Espera, espacio al que nacemos,
codicia de las aguas que al prevenirnos
nos obliga a imitar las ciudades
que erigen muros de contención
y puentes cruzando esos muros
aún después de largos años de calma.
El cálido sur hacia mí
impone esa barrera
y el sur-a-mi o la devastación
que arrastra la quietud.
Diez metros de piedras levantadas
no nos protegerán.
En fila india para morir.
Rosa Lentini