Portada de un libro titulado 'La blay', con una foto de una mujer y texto en español que dice 'traducción de misael ruiz', 'animal sospechoso editor colección mínima' y 'absancia' en la parte inferior.

Lala Blay

Abstancia

Traducción de Misael Ruiz

Prólogo de Màrius Sampere

ISBN 978-84-125899-2-4

132 páginas

20,00€

El libro. La poesía de Lala Blay es de un raro lirismo ya que, tras el rigor de su pensamiento y una dicción donde no cabe imprecisión alguna, oculta una tensión emocional que nos permite vislumbrar la sombra de la experiencia, de lo efectivamente vivido. Una experiencia que no es ajena a la lectura de poetas a los que admira y conoce bien, como Celan o Hölderlin.

El cuidado del ritmo –fonético, sintáctico y conceptual– convierte sus poemas en un lugar recurrente en la memoria del lector atento. Y quizá sea esa atención la característica más propia de su poesía. La atención a lo que la palabra hace posible, pues al ser dicho se revela y se desvela: «Dar nombre, decir de un modo bello es dar presencia». La conciencia de que dar forma comporta también una pérdida y una distancia, se acerca una y otra vez a las cosas «atenta a lo impensado » puesto que, como ella misma escribe, «no hay nada tan pesado ni tan ligero / que no pueda amarse».

La autora. Lala Blay (Barcelona, 1968) es licenciada en Bellas Artes y Filosofía, y doctora en Filosofía por la Universidad de Barcelona (premio Extraordinario de Doctorado 2015). Ha publicado Liebeslied (premio Recull de poesía, 2000), Plec de claror (premio J. M. López-Picó de poesía, 2004) y Abstància (Pont del Petroli, 2016), que ahora publicamos en edición bilingüe.

Es autora igualmente de los libros de ensayo y traducción de poesía Píndaro desde Hölderlin (2018) –que incluye la traducción de ocho odas de Píndaro– y Nada se ha perdido. Aproximación a Paul Celan (2022), una traducción y comentario de trece poemas de Celan y uno de Hölderlin.

Compagina la escritura con la tarea docente y la investigación filosófica. Su poesía, personal y reflexiva a un mismo tiempo, se alimenta en parte de la lectura y la traducción de otros poetas como Celan, Hölderlin y Rilke, a los que llegó a partir de sus primeras lecturas de Vinyoli.

«Los versos de Lala Blay, sutiles e intactos como agujas imantadas, nos rodean, se imponen y juegan con nosotros sin misericordia intelectual y, como en un juego amoroso, la poeta se insinúa, contacta y se apodera de nuestras defensas.»

Màrius Sampere

También la mano que te ha leído

está cifrada.

Cuenta los surcos,

besa el dorso,

comprende,

que los ha tramado la noche

con hilo de día;

preserva la inconsistencia

de cada brizna;

acógela.

També la mà que t’ha llegit

està xifrada.

Compta’n els solcs,

besa’n el dors,

adona’t

que els ha tramat la nit

en fil de dia;

serva la inconsistència

de cada bri;

acull-la.

                         Lala Blay