El libro. En 1572 se publica Os Lusíadas, de Luís de Camões, el poeta más universal de la literatura portuguesa, pero hasta 1595, quince años después de su muerte, no aparece la primera compilación de su extraordinaria obra lírica. La crítica le reconoce la autoría de un centenar de redondillas, entre ciento cincuenta y doscientos sonetos excepcionales, diez canciones, nueve elegías, trece odas, cuatro octavas, una sextina y ocho églogas. La presente edición recoge cuarenta sonetos, un cuarto de los que se le atribuyen. A estos se añaden ocho sonetos escritos por el propio Camões en castellano.
Es sabido que cada generación necesita una nueva traducción de los clásicos de otras lenguas. Si bien de los poemas de Camões se hicieron excelentes versiones rimadas en los siglos xvii y xviii, el poeta José Ángel Cilleruelo ofrece aquí una necesaria versión en verso blanco que permite leer sus textos como poemas actuales, con el menor énfasis sonoro propio de nuestro tiempo, pero manteniendo el interés conceptual de los originales.
El autor. Luís Vaz de Camões nació en Lisboa, hacia 1524. Se crio en el seno de una familia de cierta hidalguía, ya empobrecida, aunque por parte de madre, Ana de Sá, estaría emparentado con el explorador Vasco de Gama. Lo cierto es que existen múltiples vidas apócrifas de Camões, ante todo amorosas. Se sabe que participó en los juegos de salón de la nobleza cortesana y frecuentaba la amistad de algunos nobles relevantes, pero también conocía el ambiente de tabernas y burdeles.
El 26 de marzo de 1553, el poeta parte con destino a Goa. Como soldado, patrulla en navíos frente al Mar Rojo, realiza expediciones por la región Malabar, en el suroeste indio, y naufraga en el delta del río Mekong. Regresa a Lisboa en 1570 y dos años después publica Os Lusíadas, el motivo principal de su reconocimiento literario. Quince años después de su muerte, acaecida en 1580, se edita la primera compilación de su obra lírica, Rimas.
«[…] aquel caballero que escribía
a la vez la epopeya y la elegía
de su patria, en la ciénaga de Goa».
Jorge Luis Borges
Soneto 38
Busque Amor nuevas artes, otro ingenio,
para acabar conmigo, y más desdenes;
que no podrá quitarme la esperanza,
pues no puede arrancar lo que no tengo.
Mirad de qué esperanzas me mantengo.
Juzgad qué peligroso amparo.
Que no temo conflictos ni mudanzas,
un náufrago perdido en bravo mar.
Aunque no pueda haber pesares
donde falta esperanza, allí me esconde
Amor un mal, que mata y no se ve;
que en el alma ha asentado hace tiempo
un no sé qué, que nace no sé dónde.
Va no sé cómo y duele sin porqué.
Luís de Camões